Al alumno que sigue su camino

Escultura de Ninomiya Kinjiro

Un maestro y su discípulo poco antes de ponerse el sol, caminaban tranquilamente por las cercanías del monasterio . Cada uno iba callado, observando lo que a sus pies pasaba, el discipulo miraba de soslayo al maestro, como queriéndole decirle algo. El maestro en silencio, percibía la inseguridad del discípulo a cada paso que daba, en cada roca que se apoyaba y en cada riachuelo que atravesaba, pero permanecía callado, esperando la decisión de este.


Cuando menos se lo esperaba, el discípulo preguntó a su mentor:

- Maestro enséñame la verdad de lo que acontece en cada uno de los pasos que doy, las rocas en las que me sustento y los riachuelos que evito para no mojarme.


El maestro le increpó:

- Calla, estás atado a lo que te han dicho. ¿escuchas a los pájaros cantar?

- Si maestro, contesto el discípulo.

- ¿escuchas el torrente del río?

- Si maestro, respondió el discípulo.

- Entonces, contesto el maestro, no tengo nada que enseñarte, sigue tu camino.



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